He despertado en una cama de la enfermería con un dolor de cabeza horrible y noto que estoy vendado, a mi lado estaba Ace quien me contó lo sucedido: “Rex te dio un culetazo con su arme pensando que eras un muñeco de prácticas, alégrate que no pensó en dispararte fue un accidente”. Accidente y que mierda el maldito debe considerarte muerto a partir de hoy. Según Ace estuve 2 días inconsciente y a un día de llegar a nuestro destino, que suerte la mía aún no he llegado a la batalla y ya estoy vendado. Según el doctor tuve suerte de estar usando casco pues el muy animal me dio con todas sus fuerzas.
Puedo considerar este “accidente” como algo bueno pues me he saltado dos días de entrenamiento aunque temí que el payaso psicópata intente “inspirar el ejemplo conmigo” pero si aún estoy vivo entonces es por gracia del emperador que no me ha visto “flojear”.
No paso mucho tiempo para cuando mi sargento vino a verme y con la misma expresión de siempre me pregunto si me sentía capaz de pelear para luego decirme que eso no importaba que a fin de cuentas me mandaran en una valkyria, que alentador. Inmediatamente después de eso me ordeno que fuese a entrenamiento de armas y tratar de recuperar el tiempo perdido a lo cual acepto de mala gana (mejor me lo ordenaba el a que el comisario).
¡Felicidades me he ganado un apodo! Ahora todos en el intento de regimiento me llaman “Chico libreta” por ser el único además de los ejecutados que se ha tomado 2 días libres (pero obviamente yo no recibí un tiro del comisario y sigo vivo). Bueno ahora pasamos de animales de trabajo a mecánicos claro siendo estas las etapas finales del rapientrenamiento que hemos recibido y tomando en cuenta que estamos mediocremente en forma con los ejercicios físicos los oficiales se han dedicado a enseñarnos el uso y mantenimiento del armamento estándar, que va desde los típicos rifles laser hasta los cañones laser (que original).Me encontré con joker, Bladimir y Ace con quienes me eche unas rondas de puntería quedando yo en tercero, Ace en segundo y el Puto Bladimir en primero como era de esperar, joker paso de esta y se dedicó a su pasión: Hacer bromas. Lastimosamente no me he encontrado con Rex para saldar cuentas pendientes.
Mientras practicábamos puntería sentí una enorme incomodidad sentí que alguien me observaba (y no me refería a los oficiales) era la misma sensación de la ves que me escapaba con joker de aquella voz. Me sentía muy incómodo y conforme pasaba el rato me empezó a desesperar hasta el punto que me quede paralizado del terror cuando escuche esa voz en mi cabeza diciéndome: Aja miren quien se ha despertado jajajajaja… cof cof (se puso a toser en mi mente). Volteé a ver a joker y él estaba igual que yo mientras el resto nos miraban extrañados ante nuestra expresión de miedo y parálisis (yo pensaría lo mismo si estuviera en el lugar de ellos). Acto seguido los oficiales nos ordenaron que nos pusiéramos firmes pues el General estaba en el lugar junto a él una figura macabra, yo aun con miedo volteé a ver y lo que vi fue a un hombre encorvado apoyándose en un báculo de cuyo extremo superior salían chispas y arcos eléctricos que iban a parar a su cabeza. Aquella criatura siniestra se dirigió al general y le dijo: “mire mi señor esos dos enclenques de ahí fueron los que causaron el alboroto en las jaulas de los ogretes”. Aquel hombre alto y fornido que era nuestro general hablo con voz firme: “Ahí déjalos no causaron problemas serios y suficiente castigo han recibido al hacerlos cagar del miedo”. Acto seguido el general siguió su camino pero el ser extraño se quedó, para cuando el general se había alejado lo suficiente escuche en mi mente: “Estúpido sin brillo soy un psíquico así que tenme más respeto, puedo saber lo que piensas y más te vale que te comportes si no quieres arrepentirte el resto de tu vida…” el psíquico dejo de hablarme cuando repentinamente el comisario llego y con una mirada desafiante y voz firme dijo “¡Tú a mí no me agradas y si por mi fuera ya estuvieras muerto mutante! Deja de molestar a mis hombres y si no quieres meterte en más problemas podes empezar a irte de aquí” nunca antes me sentí tan aliviado de tener al comisario cerca como esa ocasión, no me importo oír otro de sus discursos “inspiradores”. Lo poco que quedo del día fueron sesiones de entrenamiento e instrucciones de mantenimiento de las armas.
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