La Liberacion de Cardel

Esta mañana me despertaron visiones de fuego y acero, las pesadillas se repiten más a menudo ahora que he visto a mi amado Cardel devorado por años de guerra civil. Hace 100 años Subotai Baatur gobernador de Cardel se rebeló y se separo del imperio, años más tarde murió y mi padre tomo su lugar, prosiguió con la guerra en lugar restaurar el mando imperial, por más que le roge no cambio su parecer y fue entonces cuando hui y me enliste con lo que restaba de las fuerzas leales al emperador.
Deambulaba por el campamento, ignorando la nieve que caía, observando las heridas y el cansancio de cada uno de mis soldados, viendo la desesperación en sus ojos.
Fue entonces cuando vi a la chica por primera vez, nos dijo que se llamaba Monserrat, que solo era una campesina que no sabía luchar ni montar a caballo, pero afirmo que tenía la intención de liberar Cardel, la obscuridad brotaba de las almas de los hombres, su voz vibraba con convicción y nos bebíamos cada una de sus palabras, puedo haber perdido mi fe pero Monserrat no ha perdido la suya y eso es suficiente para mi, Monserrat ha pedido a nuestra abatida tropa de soldados que la lleve a Daliar donde se esconde de sus enemigos el último miembro del alto mando: el Comandante Coz.
Las tierras que tenemos que atravesar están arrasadas por la guerra y plagadas de bandidos, perderemos muchos hombres, para nosotros la muerte es ya una vieja compañera, pero por Monserrat nos enfrentaremos una vez más a ella.
Mientras el eco de las pisadas de Monserrat era lo único que se oía sobre el vestíbulo de mármol de la fortaleza los obesos señores no hacían otra cosa que mirar, hasta el propio comandante parecía asustado cuando Monserrat se arrodillo a besar sus pies -Mi querido Señor- le pregunto-¿Por qué los Rebeldes reclaman lo que nos pertenece?, ¿Por qué no volvemos a formar parte del imperio?-, los Señores empezaron a murmurar, el ayuda de cámara susurro unas mentiras al oído del comandante, pero este aparto a su ayudante para encontrarse con la mirada de Monserrat, es más pequeña que el más bajo de entre nosotros, pero todos tenemos que levantar la mirada para hablar con ella, no sé qué conversación silenciosa se produjo entre el comandante y la que sería su salvadora, pero estaba claro que el estaba tan apresado por ella como nosotros.
Una cosa es que una banda de soldados desesperados ponga su confianza en una joven, otra muy diferente que a esa joven se le otorgue el mando de un regimiento completo, cuando oímos proclamar a los heraldos que Monserrat había sido nombrada comandante en jefe de regimiento 426, nos llenamos de orgullo, el comandante ofreció a Monserrat un uniforme blanco y un magnifico corcel para que tuviera el porte de un coronel, Monserrat me ordeno buscar una vieja espada enterrada bajo un altar imperial de los alrededores, a pesar de mi escepticismo, mis hombres desenterraron una vieja espada oxidada, que además resulto haber pertenecido a Dotar Sojat el descubridor de todo el sector, no volveré a dudar de su palabra, en la empuñadura todavía era visible la antorcha de Cardel, Monserrat la adopto como emblema y mando que la grabaran en su estandarte de batalla, el estandarte va con ella a todas partes, lo llevamos con nosotros a Carrion
La ciudad de Carrion es una de las principales de Cardel, pero esta peligrosamente amenazada por el ejército rebelde y está a punto de ser tomada, esta guerra se ha prolongado durante 100 años, con contadas victorias cardelianas, el pueblo de Carrion necesita un salvador, necesita la ayuda de Monserrat.
Monserrat profetizo que sería herida en Carrion, en plena batalla un disparo la derribo de su caballo, no podíamos creer nuestra mala suerte, pero mientras retirábamos a Monserrat de esa carnicería, ganábamos la batalla, la ciudad de Carrion había sido liberada, cuando entramos la población entera nos aclamaba desde las ventanas, tejados y calles, disparaban su artillería hacia el obscuro cielo, mientras gritaban el nombre de Monserrat a todo pulmón.
La reconquista de Carrion por parte de nuestro ejército ha significado un retroceso para nuestros enemigos, pero no de gran importancia, los rebeldes de mi padre aun poseen la mitad de Cardel, desafortunadamente hemos perdido el tiempo durante semanas mientras los consejeros y señores discuten, Monserrat se irrito por el retraso y reunió al regimiento, no habla de otra cosa que de su misión de liberar a Cardel y unirlo de nuevo al imperio.
La Fuerza de voluntad de Monserrat es titánica, ha reunido a bajo su estandarte a bandidos y charlatanes y los ha convertido en patriotas y héroes, entre ellos hay un hombre llamado Guillermo, un soldado de uniforme negro que anima a los hombres con sus actos y su espada, en Cov, Guillermo podrá asesinar a montones de rebeldes.
Cov es el camino de acceso al valle del rio Ferris, los rebeldes mantienen el valle en un puño de acero pues está lleno de ricas tierras de cultivo, pero recientemente los granjeros han dicho que sus cultivos no serán para traidores sino para el imperio, ahora un enorme ejército mandado por Sir Herman Von Korren devasta los campos, Monserrat nos guía hasta Cov, para tomar los fortines rebeldes, pero debemos evitar enfrentarnos al ejercito de Herman, hasta que lleguen los refuerzos y seamos lo bastante fuertes como para encarar a sus veteranos soldados.
Después de Cov se rompió el mito de la invulnerabilidad rebelde, ahora nuestro ejército sabe que puede ganar, pero solo si somos hábiles y audaces, los rebeldes son un enemigo realmente mortífero, pues la velocidad y puntería de sus tiradores ha diezmado muchos ataques de nuestros guerreros, para empeorar las cosas sabemos que nos enfrentamos a enemigos por ambos frentes, los consejeros del Comandante, dedican cada vez más tiempo a sus confabulaciones celosos de la influencia de Monserrat en el ejercito.
Rezo porque Monserrat pueda completar su misión divina antes de que los envidiosos consejeros de comandante la traicionen.
El moribundo Cardel está volviendo a la vida, nuestro ejército crece con los nuevos reclutamientos, antes los hombres solo juraban lealtad a sus señores, ahora no luchamos por señores ni damas insolentes si no por Cardel, para todos nosotros Monserrat es Cardel no hay diferencia entre ambas.
El comandante en persona ha llegado a Carrion, nunca había visto una celebración parecida, Cardel necesita un gobernante por lo que debemos escoltar al Comandante hasta Reims, donde será ascendido pero la ciudad de Reims esta peligrosamente amenazada por los rebeldes, además los fuertes de Zaragoza y Bolívar bloquean el camino, Monserrat ordena la liberación de la ciudad y los fuertes antes de la ceremonia de ascensión, y nosotros esperamos ansiosamente la lucha.
Cuando entramos en Reims, una multitud de campesinos y nobles se arrodillaron ante Monserrat, algunos incluso se arrodillaban para besar las huellas que iba dejando su caballo, los basilisk tronaban y miles de banderas ondeaban al viento, en el enorme palacio el comandante se postro ante el arzobispo y se levanto convertido en gobernador planetario, el inmenso palacio resonaba de oraciones, himnos y sermones, los andrajosos soldados de nuestro ejército, muchos de ellos todavía heridos, se mezclaban con los perfumados señores y sus damas, Monserrat estaba al lado del gobernador, al igual que su ajado estandarte de batalla.
A pesar de tanta celebración, en mi interior todavía se que falta mucho para que termine esta guerra, los padres y abuelos de mis soldados murieron luchando contra los rebeldes, Monserrat nos da esperanzas, pero no sé si la esperanza bastara para alcanzar la victoria.
Cardel vuelve a tener gobernador, sin embargo a medida que crece la influencia de Monserrat en el pueblo, crecen los celos en la corte del gobernador, los malvados consejeros quieren acabar con Monserrat, es solo cuestión de tiempo que consigan envenenar la mente del monarca, Monserrat debe darse prisa en cumplir su misión.
Cardel, la ex capital del planeta es la joya del sistema, ha estado bajo la tiranía de mi padre desde hace décadas y los patriotas imperiales encerrados en la ciudad están ansiosos por escapar, avanzamos ahora hacia Cardel con la esperanza de que los refuerzos que nos prometieron lleguen a tiempo.
Tragedia, mientras los refugiados entraban en la fortaleza de Danur, Monserrat quedo atrapada fuera, los soldados rebeldes la derribaron de su caballo y desfilaron exhibiendo a su prisionera, ninguno de nosotros puede dormir sabiendo que nuestra amada Monserrat languidece en una prisión rebelde, los soldados se quedan viendo el cielo amenazador, culpándose de no haber podido salvarla, de no haber podido salvar a Cardel.
Cardel fue la primera gran derrota de nuestro ejército, si el soberano hubiese enviado los refuerzos prometidos habríamos tomado la colmena, nos enfrentamos a la hora más obscura de Cardel.

Monserrat ya no existe, el mundo que estaba lleno de cosas preciosas, está ahora vacio y es miserable, los rebeldes la juzgaron por traición en un tribunal dirigido por mi padre, pero la mente de Monserrat estaba tan afilada como su espada y supo defenderse de todas las trampas de sus acusadores, Monserrat no renuncio a su misión ni siquiera en sus últimos momentos, pero los rebeldes la declararon culpable y la quemaron la hoguera.
Mas su muerte no ha sido inútil, Monserrat es el grito de guerra unánime que campesinos y nobles claman al tomar las armas, mi ejercito es un ejército de valientes e incluso sin el gobernador estamos decididos a atacar la fortaleza capitalina de mi padre, la fortaleza de Vadion, una victoria en Vadion, terminaría con las ambiciones rebeldes en Cardel, fracturaría todo el mando rebelde y tendríamos por fin la victoria.
Yo soy Helena de Cardel, soy la comandante del regimiento 426 y he jurado matar a mi padre, si muero en esta batalla lo hare por Monserrat , moriré como una patriota de Cardel.
En poco más de un año, una joven puso fin a un siglo de esfuerzos, sangre y victorias rebeldes, la guerra de liberación ha terminado y lo que es más importante las acciones de Monserrat avivaron la llama del nacionalismo Cardeliano. Campesinos, obreros y soldados ya no pertenecen a señores y nobles sino a Cardel.
No dejaremos que se olvide a Monserrat cientos de ciudades y pueblos de todo Cardel han encargado su estatua o un vitral con su imagen, poetas y bardos componen loas y alabanzas, canciones e himnos a Monserrat, su veredicto de culpabilidad fue debidamente rectificado y con posterioridad Monserrat fue beatificada.
Unas veces el desenlace de una historia está determinado por la fuerza de los combatientes, otras por las circunstancias.
Pero en el año 903 M41 la historia de Cardel cambio por la voluntad de una joven, la única persona en toda la historia imperial que ha dirigido el regimiento de un planeta a la edad de 17 años.

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