A Alejandro se le plantearon dos opciones: una era
plantarse para acumular suministros y atacar Benab, la segunda es intentar
romper la barrera atacando. Como era de imaginarse escoge la segunda. Se da la
batalla de la columna.
Mónica prevé el ataque de Alejandro en una colina
de la sierra de la columna, cerca de Benab desplaza unos tanques hasta la zona y los
esconde. Sabe que su táctica favorita es una maniobra envolvente, reuniendo sus
tropas hasta el sur y atacando por detrás, por eso decide colocar una división
blindada para acosarles mientras tratan de rodear la posición principal en la
colina.
Tal como Mónica lo había previsto, Alejandro decide
realizar una maniobra envolvente, confía en un ataque rápido para desconcertar al
enemigo. Pero su ofensiva empieza con mal pie. Los predators reciben un ataque
de los aviones y cañones imperiales, se forma una tormenta de arena que ralentiza
su avance. Alejandro ya no dispone del elemento sorpresa ni de la rapidez.
Decide abandonar su táctica de rodeo de la colina para hacer un ataque abierto
en el frente. Mónica no aprovecha para realizar un contraataque, prefiere
esperar.
Los tanques del caos están peligrosamente expuestos
el fuego ario mientras tratan de ascender la colina esquivando los disparos, al
final Alejandro decide retirarse. “Los cobardes no atacaron” dijo.
Helena quiere que Mónica contraataque de inmediato,
Helena se siente mal por los años y espera retirarse del cargo pronto, pero
antes de partir quiere dar la noticia de que se ha obtenido una victoria contra
el caos. Pero Mónica pensaba diferente, no quería atacar de inmediato pensaba
que sus hombres no estaban listos.
Mónica ordena unos entrenamientos muy duros para
sus hombres. “Luchar en forma y estar en forma para luchar”. Los Arios se ponen
en forma para luchar, mientras los marines y renegados de Alejandro caen como
moscas.
Los meses que han pasado luchando en las estepas
tienen consecuencias, el número de enfermos y heridos entre las filas de
Alejandro casi triplica a los de Mónica. Los arios obtuvieron esta ventaja
debido a sus estrictas normas de higiene entre sus filas, nurgle no puede
tocarlos y así evitan las enfermedades y su propagación. Por otra parte los
hijos de la malicia y sus aliados corruptos confían en las tácticas rápidas y
no tienen normas sobre la higiene, sus heridos son tratados sobre las mesas
donde comen, entre otras irregularidades. En pocos días el número de renegados
se reduce en un 60% y los hijos de la
milicia en un 30%.
La insalubridad debilita gravemente el ejercito de
Alejandro, ni siquiera él es inmune, empieza a sentir molestias en el estomago
y en el hígado, sus subordinados le aconsejan que se tome una baja médica pero
la rechaza, antes quiere eliminar a Mónica para siempre.
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