La Ultima Batalla

Para finales de 027 M42, era ya evidente que Craw iba a ser pronto un campo de batalla, Ricardo dicto ordenes para la defensa de la capital de Malal, pero estaban llenas de retorica y vacías de detalle. Para empeorar las cosas, la arrolladora fe de Ricardo hizo que no se intentara convertir Craw totalmente en una fortaleza: de hecho, muchas partes de la ciudad brillaban por la ausencia de posiciones defensivas solidas.

A pesar de estas dificultades, en la segunda semana de abril ya se había hecho un plan de defensa de Craw, aunque la realidad de la situación de los hijos de la malicia estaba clara. Las unidades tenían poca munición, espacialmente para la artillería, y el movimiento estaba dificultado por la escasez de combustible. Los suministros no se podían transportar por falta de vehículos que los llevaran, no se podían mover los tanques y las fuerza aérea había casi desaparecido, sin poder despegar los cazas por falta de combustible. Para terminar, aunque la guarnición de Craw era de un millón de guerreros, muchos de los defensores eran renegados sin entrenamiento militar o demonios demasiado viejos e inútiles para el combate, aunque todos estaban dispuestos a defenderse de los Cardelianos.

El propio Ricardo se había trasladado al bunker del palacio principal, haciendo planes hiperoptimistas para expulsar a los invasores. Sus ánimos aumentaron cuando llego la noticia de que Sofía había muerto. Ricardo lo vio como un augurio positivo y pensó que después de todo podría negociar un acuerdo, ahora que la principal comandante había muerto. A los dos días Ricardo comenzó a pensar en que todavía podía conseguir la victoria, al llegar la noticia que los hijos de la malicia habían infringido un serio revés a las cabezas de puente Cadianas sobre el rio Fell.

Todo esto era ilusorio: la muerte de Sofía y un revés táctico no iban a disuadir a los imperiales de continuar la guerra hasta el final. El optimismo de Ricardo ignoraba también que los ejércitos cardelianos estaban muy cerca de iniciar su ataque. Los cardelianos habían organizado masiva acumulación desde mediados de año, haciendo el mayor y más completo despliegue de fuerzas de la historia del sector, por lo que estaban en las condiciones más favorables para atacar la capital enemiga. Se habían reunido más de dos millones y medio de hombres, seis mil tanques y vehículos blindados de combate, cuarenta y cinco mil cañones y lanzacohetes, junto con toda clase de suministros, desde alimentos hasta proyectiles de artillería.

Para ponérselo más difícil a los defensores, las fuerzas de cadia y mordia estaban penetrando cada vez más hacia el interior por el oeste de vracadia demostrando lo peligroso que es hacer una guerra con dos frentes. A Guillermo, el nuevo comandante y señor de los cardelianos, le preocupaba que los cadianos pudieran tratar de robarle parte de su gloria, tomando ellos Craw, aunque aseguraban que no pensaban hacer tal cosa. Guillermo no tuvo que esperar mucho: el 16 de noviembre empezó el ataque contra la propia Craw.

El plan de ataque contra Craw era una concepción brutalmente sencilla: las fuerzas cardelianas lanzarían una serie de ataques a lo largo de una frente ancho, con intención de cercar a las fuerzas del caos y, a continuación aniquilarlas. El 1er frente vracadio de Guillermo, que era el más próximo a la capital, atacaría desde sus posiciones cercanas a Krustrin, yendo directamente hacia Craw. Ariadna usaría su 2do frente vracadio para atravesar el sistema de trincheras y atacar los accesos al suroeste de la capital enemiga, mientras que Koniev atacaría en la zona de los alrededores de Craw para asegurarse de que los restos de la 3ra compañía blindada no pudieran reforzar a los exhaustos defensores de Craw.

Este plan hizo que Ariadna se irritase mucho. Su rivalidad con Guillermo se había intensificado y estaba muy celosa por privársele de la oportunidad de tomar Craw, aunque parecía evidente que tal misión debía caer sobre el comandante general.

A las 3:00 las fuerzas de Guillermo lanzaron su ataque, que se proponía tomar los bunkers exteriores. Una gigantesca preparación de artillería hizo caer más de un millón de proyectiles sobre las posiciones de los hijos de la malicia y estuvo acompañada por un fuerte bombardeo aéreo. En la operación Cielo negro, esta potencia de fuego tan enorme había ensordecido y afectado al enemigo hasta el punto de dejarle casi pasivo, pero esta vez no ocurrió lo mismo. Las fuerzas de Guillermo no rompieron el frente ese día, mientras que Ariadna conseguía algún éxito, después del segundo día de combates Ariadna gano más terreno, por lo que el senado amenazo con permitir a Ariadna tomar Craw si Guillermo no tomaba los búnkeres exteriores. Esta amenaza enfureció a Guillermo que amenazo a sus coroneles con enviarlos a luchar como guardias imperiales sino conseguían romper el frente. Aunque se hicieron pocos progresos la presión sobre las líneas del caos empezó a notarse y las fuerzas de Guillermo rompieron el frente al día siguiente.

El 20 de noviembre los regimientos de fusileros 3ro y 5to de Guillermo penetraron las murallas y avanzaron hacia el centro. Las tropas de Ariadna llegaron a la forja al final del día siguiente, avanzando hacia las fuerzas de Guillermo. El 24 de noviembre los frentes 1ro y 2do vracadios se encontraron el bastión Havel, cercando Craw. Empezó entonces una metódica batalla calle por calle, con los hijos de la malicia retrocediendo cada vez más. Su última línea de resistencia quedo rota el 28 de noviembre. Dos días más tarde Ricardo fue ejecutado por sus subordinados y fue ocupado el palacio principal. La guarnición de Craw fue aniquilada el 2 de diciembre, aunque las operaciones de limpieza duraron algunos días más. El 8 de diciembre Malal fue derrotado por completo. La guerra en el sector agria, por fin, había terminado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...